Portal trastorno límite de la personalidad

Hospital General Universitario Sant Joan Alacant

 

Las psicólogas clínicas Eva Martín y Cayetana García han puesto en marcha en el Hospital Universitario Sant Joan d'Alacant una iniciativa pionera en la Comunitat, un Programa de autorregulación Emocional en la Adolescencia (PREA) para el que han contado con el apoyo del jefe del Servicio de Psiquiatría, Vicente Elvira.

Se trata de una actividad dirigida a adolescentes entre los 14 y 19 años en tratamiento en las Unidades de Salud Mental Infantil de Alicante (San Vicente y Cabo Huertas), por problemas de inestabilidad emocional y conducta impulsiva.

"Estamos trabajando en la prevención de lo que podría devenir, si estas conductas se cronificaran, en un trastorno límite de personalidad (TLP), una patología grave que se suele diagnosticar a partir de los 16 años, pero principalmente en la edad adulta", apuntan las impulsoras de esta iniciativa.

En el trastorno límite de la personalidad (TLP), también llamado trastorno de inestabilidad emocional, las personas presentan inestabilidad emocional e impulsividad, asociada generalmente a conductas autolesivas. Esta falta de autorregulación emocional puede ocasionar muchos problemas en los adolescentes y sus familias, y se ve reflejada en síntomas tales como frecuentes cambios de humor, las conductas impulsivas, la intensidad emocional incomprensible para el entorno, una tendencia al autocastigo ante el dolor emocional, etc.

Como reconocen las responsables de este programa, "en adolescentes hay muy pocas experiencias el respecto en España. Es un programa innovador porque, a partir de los programas existentes en adultos, hemos llevado a cabo una adaptación dirigida de manera específica a los adolescentes y a que resulte más efectivo y atractivo para ellos".

El objetivo de este programa de intervención grupal con los adolescentes, que consta de ocho a diez sesiones de carácter semanal, es el entrenamiento de habilidades de afrontamiento, centradas tanto en las emociones como en la conducta problemática. "El formato taller favorece la práctica de estas habilidades en grupo, pero no sustituye a la terapia individual, sino que la refuerza", explican.

"Hay que tener en cuenta que, a pesar de que en la adolescencia frecuentemente se presenten estos síntomas, siempre hay un porcentaje de jóvenes que evolucionan bien y no llegan a desarrollar una dolencia crónica, como ocurre con el resto de enfermedades mentales. Sin embargo, en aquellos casos en los que se mantengan los síntomas, este programa va a ayudar a trabajar de manera temprana con los pacientes, de forma que el trabajo a nivel individual sea más efectivo, el pronóstico y la evolución sean mejores y se disminuyan los problemas familiares (al contar las familias con más recursos) y de otra índole", señala Eva Martín.

En este sentido, se han programado asimismo sesiones para familiares, con el objetivo de que obtengan información acerca de los problemas de regulación emocional y asesoramiento sobre cómo actuar con sus hijos en situaciones de crisis.

 

La validación emocional y otras técnicas para el manejo de las emociones

El programa trata de buscar otras maneras de manejar las emociones. "Una de ellas es ayudarles a reconocerlas y aceptarlas, por lo que se trabaja mucho lo que nosotros llamamos "validación emocional", que no es sino dar valor a la emoción que tienen, entendiendo y aceptando que ese sentimiento que experimentan es válido para una situación concreta", subraya Cayetana García.

Otra de las técnicas que practican con los adolescentes para regular las emociones es la distracción, el 'mindfulness', para intentar que no estén tan focalizados en su emoción y puedan volcarse en otras actividades.

También se trabajan los llamados filtros cognitivos, que son ideas centrales que se activan todo el tiempo cuando se sienten mal, del tipo "no valgo para nada, nunca voy a tener amigos, los demás son más importantes que yo…", las cuales están relacionadas con una falta de valía personal y una sensación de vacío y abandono muy común en estos pacientes. "Si son capaces de identificar que ese pensamiento se está activando y que es el responsable del malestar, pueden ser capaces de no hacerle caso y alejarse de él haciendo otras actividades"

 

Fuente: EP