Portal sobre el trastorno límite de la personalidad

Self cutting sindrome

 

Maybel Caren, de 14 años de edad, empezó a rayarse y a cortarse la piel con la punta de un compás, con la navaja, con el cuchillo y con una cuchilla. Su problema se volvía cada vez más grave porque sus extremidades parecían un mapa geográfico de muy mal gusto.

Luego de que se rayaba mantenía ocultas sus horribles lesiones en los brazos, antebrazos, abdomen, muslos y piernas

El rayarse aliviaba momentáneamente su ansiedad, luego tenía sentimientos de arrepentimiento, remordimiento, compunción, desasosiego, tristeza y depresión.

La autoagresión o autolesión es un fenómeno cada vez más frecuente entre jóvenes y adolescentes. Presenta varias modalidades, como cortarse, quemarse con un cigarrillo, impedir la cicatrización de heridas o golpearse.

La forma más común de autoagresión es el "cutting", práctica difundida de una manera mediática y novelera entre los jóvenes que llegan a colgar videos en las redes sociales sobre este tipo de autolesión con rasgos psicopatológicos y de Enfermedad Mental.

Esta actitud psicopatológica es también conocida como Síndrome de Automutilación (SAM) o automutilaciones impulsivas, se produce en los momentos en que el individuo experimenta elevados niveles de angustia, ansiedad o dificultad para resolver o enfrentar sus problemas. Este comportamiento, puede llegar a cronificarse, en forma de práctica secreta y raramente tiene como objeto el suicidio.

Este trastorno suele presentarse junto a una grave patología mental. Se observa con más frecuencia en pacientes con un trastorno límite de la personalidad, en un 70-80% de los casos.

La autolesión, cutting o SAM suelen estar relacionados con experiencias traumáticas acontecidas en la infancia o durante las crisis de identidad en la adolescencia.

Pueden compartir con altos niveles de irritabilidad, inestabilidad emocional y pobre control de los impulsos. Se acompañan de un alto grado de ansiedad y manifestaciones frecuentes de ira, agitación y agresividad. Estos pacientes suelen tener baja tolerancia a la frustración, dificultades en el control de impulsos, pésimas relaciones familiares y sociales, así como baja autoestima.

Presentan pocas habilidades sociales, y como tiene deteriorado su autoconcepto, requieren constantemente de la aprobación y muestras de afecto de su entorno, lo cual demuestra una inmadurez psico-emocional.

El Cutting es el acto de cortarse las muñecas con objetos afilados hasta producirse heridas superficiales; en un principio los cortes son muy pequeños, pero gradualmente se van realizando con mayor frecuencia e intensidad ante cualquier situación estresante.

La percepción del acto de automutilación por parte de los pacientes "cortadores compulsivos" son descritos como actos anhedónicos (sin placer ni dolor), pero describen el acto como una forma de cortar con el sufrimiento y el dolor psíquico.

El tratamiento se fundamenta en enseñar al paciente a identificar le problema, los desencadenantes y aprender el manejo de las emociones.

Otro punto importante del tratamiento será el reaprender a controlar la agresividad y manejo de las reacciones de hostilidad y displacer.

Es fundamental reforzar el auto concepto y enseñarles a aceptar su propia identidad. Igualmente en ocasiones habrá que intervenir sobre el núcleo familiar si es una fuente de conflicto y de ansiedad para el joven.

La automutilación es un trastorno grave del control de los impulsos que a menudo se asocia con otros trastornos psiquiátricos, por ejemplo:

Trastorno límite de la personalidad, depresión, abuso de sustancias, trastornos alimenticios, psicosis, trastorno de personalidad antisocial, trastornos de stress postraumático, siringomielia (trastorno que causa la formación de quistes en la columna vertebral), sindrome de Guilles de la Tourette, autismo y el síndrome de Lesch Nyhan.

Los síntomas de la automutilación varían. Los síntomas más comunes son: Cortarse la piel con objetos afilados (lo más común), escarbarse o quemarse la piel, rascarse o autogolpearse, picarse con agujas, golpearse la cabeza, presionarse los ojos, morderse el dedo, los labios o el brazo, estirar del pelo, picarse la piel.

El tratamiento suele ser médico y psicológico, e incluye la administración de medicamentos antidepresivos, antipsicóticos, reguladores del estado de ánimo, anticonvulsivos.

Lo mejor que podemos hacer frente a este grave problema es buscar ayuda profesional tan pronto como sea posible cuando haya depresión, trauma, problemas emocionales u otros trastornos que puedan llevar a la automutilación.

Dr. Guillermo Bastidas Tello, El Heraldo Digital.